ESTE SOL DE LA INFANCIA

TANTA ESPERANZA VANA

Me miraste con ojos de bravura
cuando era un niño triste y destartalado.
Te desarmó mi infancia envejecida
con su torpeza de años sin arrojo
y mi mirar cansado y mi paso lento.
Te atormentó el porqué
parió tu sangre tan poca esperanza.
Y hoy que me ves tan muerto sin mi muerte
te preguntas que harás
cuando llegue ese día en el que tengas
que llevarme del brazo
o amansarme las canas y calentar mis huesos.
Te dolerá mi vida inmolada
para que fueras lo que nunca fuiste.
Tu voz me llamará en los espejos,
arañando el azogue para pedir disculpas.

SI ALGUNA VEZ CREÍSTE QUE GANABAS

Si alguna vez mi cuerpo se inclinaba
hacia la primavera,
me convencías tú de todo lo contrario.
Si me inventaba nombres duraderos,
de esos que protegen de las lluvias,
venías con tu voz y los mudabas.
Si por casualidad mi torpe boca,
que no sabía aún fingir los besos,
le daba por besarte,
tus ojos consumían mi osadía.
Si alguna vez creíste que ganabas,
mi afán por merecerme
te convenció de todo lo contrario.

SIEMPRE MAÑANA

Mañana, me aseguró la brisa,
te llegará una tarde de horas cristalinas.
Mañana, me confirmó la brisa,
te traerá un navío toda la mar encendida.
Mañana, me confió la brisa,
tuyo será el camino y tu boca, risa.
Mañana...Mañana...,me repitió la brisa.
Y al mañana siguiente
le siguió otro día.